El horror de la guerra vuelve a sembrar el paisaje de Europa.
Un loco mesiánico de nuevo siembra de terror, sangre y muerte su paso por la
historia.
Europa y la OTAN dejan a su suerte a Ucrania. La injusticia
de un loco y la injusticia del buenismo que, como nueva religión inquisitorial,
se convierte en una imagen más del mal. Ambas caras de una misma moneda.
Ni la retórica, ni las lucecitas de colores, ni las melifluas
imposturas (que hoy nos empujan a que sean de obligado cumplimiento) sirven más
que para que el tirano invada a sus anchas y la muerte enarbole su bandera.
El 22 de febrero, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuck, Arzobispo
Mayor de Kiev-Halyč y Primado de la Iglesia greco-católica ucraniana se dirigía
a los fieles de Ucrania y, en ese llamamiento decía lo siguiente:
“Consideramos que la defensa de nuestra tierra natal,
nuestra memoria histórica y nuestra esperanza, nuestro derecho dado por Dios a
existir son responsabilidad personal y deber sagrado de los ciudadanos de
Ucrania. La defensa de nuestra patria es nuestro derecho natural y nuestro
deber cívico. Somos fuertes cuando estamos juntos. Ha llegado el momento de
unir nuestros esfuerzos para defender la independencia, la integridad
territorial y la soberanía del Estado ucraniano.”
“Nuestra Ucrania, que el mundo llamó con razón
"tierras de sangre", empapada tantas veces con la sangre de los
mártires y luchadores por la libertad y la independencia de su pueblo, nos
llama hoy a defender nuestra patria, nuestra dignidad ante Dios y la humanidad,
nuestro derecho a la existir y el derecho a decidir sobre su propio futuro
"
"¡Nuestra Santa Iglesia mártir siempre estuvo,
está y estará con su pueblo! Esta Iglesia, que ya experimentó la muerte y la
resurrección, como Cuerpo de Cristo Resucitado, sobre el cual la muerte no
tiene poder, el Señor la entregó a Su pueblo en las aguas bautismales del
Dnipró. Desde entonces, la historia de nuestro pueblo y de su Iglesia, la
historia de su lucha por la liberación, la historia de la encarnación del Verbo
de Dios y la manifestación de su espíritu de verdad en nuestra cultura se
entrelazaron para siempre. ¡Y en este momento dramático nuestra Iglesia, como
madre y maestra, está y estará con sus hijos, los protegerá y los servirá en el
Nombre de Dios!”
“Seguimos pidiendo a la comunidad internacional que se
una a nosotros, que crea en Ucrania que hoy defiende la paz en Europa a costa
de la sangre de sus propios hijos. Todo esfuerzo en todos los campos es muy
importante”.
“¡Nuestra esperanza está en Dios y nuestra victoria
será su regalo!”
Son las palabras de un hombre verdaderamente de Dios y, por
lo tanto, no de un hombre blando. Son las palabras de un líder y de un
patriota. Son las palabras de un hombre verdaderamente de Dios y, por lo tanto,
de un hombre fuerte. Benignidad frente buenismo. Benignidad como antítesis de
buenismo. Juan 18:23
Esta invasión de Ucrania por parte de Putin, además de la consecuencia
de la labor nunca enfrentada de un loco, es un mercadeo de tierras, almas y
poder. La inacción cómplice del resto del mundo no deja de ser otro mercadeo de
gas, energía y dependencia. Esos mercaderes estuvieron a las puertas del templo
de Ucrania que es su frontera. Mateo 21:12-17 Marcos 11: 15-18 Lucas 19: 45
Juan 2: 13-25 Ya nos dice Mateo que los principales sacerdotes y los escribas
se indignaron…. Sin embargo, Sviatoslav Shevchuck sí es un hombre de Dios y por
eso clama…
Ya demandará Dios cuentas a todos. A todos.
Yo hoy rezo por Ucrania y lo hago solicitando la intercesión
de los beatos mártires Redentoristas de Ucrania Mykolay Charnetskyi, Vasyl
Vsevolod Velychkovskyi, Iván Ziatyk y Zynoviy Kovalyk ( https://www.redentoristas.org/santos.../martires-de-ucrania/
).
Ellos fueron martirizados por el régimen comunista soviético,
el mismo régimen que educó a Vladímir Vladímirovich Putin…
¿Os unís en oración?
"Dios todopoderoso y eterno, que
salvó a los hombres en la cruz de Cristo, por los méritos y la intercesión del
beato Nicolás, obispo y compañeros mártires Basilio, Zenón e Iván, concédenos
la paz y perseverar con fe en la adversidad para disfrutar con ellos de la
bienaventuranza eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios,
y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los
siglos."