Desde que inicié hace 10 días el aislamiento en mi
habitación, sigo la Eucaristía diariamente a través de Youtube o Facebook.
Comencé siguiendo la misa celebrada por Patxi Bronchalo desde Valdemoro, desde
el epicentro de la pandemia en la Comunidad de Madrid. A él y otros sacerdotes
se les fueron añadiendo algunos que incluso no eran muy duchos en redes sociales,
pero sí bien celosos de su función sacerdotal. Ese celo y desvelo por tratar de
ofrecer acompañamiento a sus parroquianos les impulsó a ponerse aceleradamente
al día para continuar sirviendo. Pidieron ayuda y la respuesta en las redes fue
rápida y espectacularmente eficiente. Hay que saber pedir, en los tiempos y la
situación actual pedir es una oración en sí misma; demuestra humildad,
responsabilidad, sentido del deber. Hay que olvidarse de sí mismo cuando se
pide para otros, por otros, para continuar sirviendo. Tratar de optimizar
fuerzas y recursos para ser lo más eficiente posible. Es por el pueblo de Dios,
no por uno mismo.
Entre esos sacerdotes que se pusieron manos a la obra para
llegar a sus feligreses está el párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
de Zaragoza, al él le siguieron el perfil de Youtube de la Provincia y algunas
otras parroquias. Desde entonces tenemos la oportunidad de mantenernos unidos y
en #Familia. Oraciones, meditaciones, Eucaristías… Hoy le ha tocado a St. Mary’s,
la Parroquia Redentorista de Clapham en Londres. Reconozco que me sigue
entusiasmando la, digamos, meticulosidad y pulcritud británicas. Celebró,
además, un amigo, Fr. Richard Reid CSsR. Todo un lujazo.
Pero además de mi familia redentorista, la inmensa familia de
la Iglesia está inundando las redes. No es que se hayan vaciado las iglesias,
es que hemos cambiado de lugar para llenar este otro espacio.
Volveremos a llenarlas, volveremos a adorar a Jesús
Sacramentado, volverán a colocar unas manos sobre nuestras cabezas para
perdonar nuestros pecados. Ahora toca acompañar al Señor en quienes tenemos a nuestro lado. Volverá a reír la primavera.
Mientras, nos vamos sosteniendo en la oración. Mientras, héroes
arriesgan sus vidas en hospitales y residencias de ancianos llevando los sacramentos
y auxilios espirituales a enfermos y moribundos. Mientras, esos héroes
entierran los cadáveres de quienes en muchas ocasiones los familiares supérstites
no han podido ni siquiera despedirse. Es el momento que nos ha tocado vivir.
Tenemos que mantenernos firmes en la fe, animosos, dar la talla.
Mientras los héroes médicos y sanitarios se juegan la vida
para salvarnos; mientras los héroes de limpieza se desgastan como nunca;
mientras los héroes transportistas no tienen ni un apeadero para comer;
mientras ejército y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se desviven en
beneficio de todos; mientras supermercados y trabajadores del campo nos
abastecen; mientras empresarios de éxito donan millones, materiales de todo
tipo, infraestructuras; mientras hoteleros ponen a disposición del bien común
establecimientos para medicalizarlos y aumentar el número de camas; mientras
monjas de clausura cosen mascarillas; mientras grupos anónimos de personas se
organizan para confeccionar batas o mascarillas; mientras España demuestra una
vez más que es un país extraordinario, mientras eso ocurre continúo escuchando
ruedas de prensa de autoridades dependientes del Gobierno central mintiendo impunemente, a la cara de todos y
sobre el cuerpo de los muertos. Pido para ellos, con absoluta sinceridad el
perdón del Todo Misericordioso, y el peso de la justica. En Francia ya han
denunciado al Primer Ministro Édouard Philippe y a la anterior Ministra de
Sanidad Agnès Buzyn. Les ha denunciado un colectivo de más de 600 médicos. Bravo
por los franceses que no confunden la unidad de acción de un país con dar un
inmerecido espaldarazo a sus dirigentes. “Mentira de Estado”. Mientras escribo
esto en Francia son ya 562 los fallecidos por COVID19, frente a los 1326 en
España; y tienen 20 millones de habitantes más que nosotros…
No me quitan la paz. Tampoco nublan mi entendimiento ni
tuercen mi ecuanimidad. Pido por ellos. Pero ante todo pido por los fallecidos
y sus familiares. Y por los enfermos para que, como yo, vayan mejorando hasta
superarlo.
No me quitan la paz. Me quedo con la Paz de la oración en
#Familia. Me quedo con la Eucaristía de hoy desde Clapham, Fr Richard y el Icono.
Y pido para que el Perpetuo Socorro de María nos alcance a todos. Que sea especialmente sotén de quienes no van a poder despedirse de sus seres queridos. Así me quedo,
scalandoenfamilia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario