Ignacio Echeverría Miralles de Imperial. Un héroe, simple y
llanamente un héroe español en Londres. Un héroe de los de verdad. Sus valores
le dieron el valor de enfrentarse y COMBATIR al enemigo, a los terroristas.
Podía haber continuado pedaleando en su bicicleta, pasar de largo. Fue el buen
samaritano; fue Simón Pedro cortando la oreja de Malco; fue como Cristo látigo
en mano salvaguardando el Templo, patinete en mano salvaguardando el templo que
somos cada uno de nosotros, el templo que era aquella mujer. Lo que hizo Ignacio fue entregar su Vida por la Justicia.
No se bajó de la bicicleta para acercarse a los terroristas y
decirles muy educado que, por favor, tuvieran la amabilidad de no continuar
agrediendo y, de ser posible, dejaran de asesinar. NO. Sus valores le llevaron
a tener el valor de COMBATIR, insisto, COMBATIR con las armas que tenía, su
VALOR y un patinete. Porque con los terroristas no se dialoga; a los
terroristas no se les abre la puerta de casa. A los terroristas se les combate
y, solamente con el combate se les vence. Que cada uno aderece combatir y armas
como le apetezca: ley, amor, jurisprudencia, derecho, justicia, oración, votos… lo que se
quiera, pero con lo que ni se combate ni se vence es con canciones de los
Beatles.
Últimamente leo a gente de bien por las redes criticar que la
gente tenga miedo. Vamos a ver pero ¿cómo no va a tener miedo la gente? Hace
nada habían emitido un documental en una cadena de televisión inglesa llamado
algo así como “Un terrorista vive al lado” y, curiosamente uno de los asesinos
aparecía en ese documental. Sería de auténticos cretinos no tener miedo que,
por otra parte, es un signo de inteligencia. Otra cosa es a qué nos lleve el
miedo, como reaccionemos ante el miedo, como encaremos el miedo. Ojalá todos
los que sienten miedo reaccionaran como Ignacio Echeverría que defendió no
solamente a una mujer, en realidad defendió la civilización occidental. Sigamos
yendo de estupendos y neguemos esa realidad; negarla no la hace menos real.
Cada vez que leo las críticas melifluas y buenistas hacia
quienes tienen miedo recuerdo las últimas palabras de don Pedro Muñoz Seca (el
dramaturgo español cuya causa de beatificación junto a la de otros 43 mártires
de Paracuellos del Jarama ya está abierta) antes de ser fusilado: “Me lo podéis quitar todo menos el miedo que
os tengo.” Porque insisto, el miedo es un signo de inteligencia; no tenerlo
no sé de qué será.
Yo hoy rezo por un héroe español que ha defendido mi
civilización y valores frente a unos musulmanes radicales; y lo hizo en suelo
británico. Os pido a la gente de bien que también recéis por él; por él y por sus padres que estarán rotos de dolor y henchidos de orgullo por haber educado y formado a un ser extraordinario: a un buen hombre. Rezo por él y le rezo a él, porque estoy convencido de que subió al
cielo en su patinete y, con él bajo el brazo, ya ha visto cara a cara a su
Redentor. GRACIAS, Ignacio. Continúa protegiéndonos desde el cielo.