Un instante. Me parece
apenas un instante. A pesar de que hoy cumplo cincuenta años no son más que un
pellizco en el tiempo, pero ese pellizco abraza medio siglo de vida.
Tras la barba entrecana aún reconozco al niño rubio, hasta
donde alcanza mi memoria, frente al espejo; suerte que la emocional la debo
tener hiperdesarrollada. Cierro los ojos y aparecen ordenados, lugares,
olores, personas. No puedo sino dar gracias a Dios por la Vida, por mi Vida. Es
ahora, si vuelvo la vista hacia atrás, cuando le reconozco a Él en tantas
personas, en tantas situaciones, tras tantas decisiones. Pero casi cuando más
nítidamente le reconozco no es en los éxitos, es en los momentos duros, que los
ha habido, y muy duros. Uno cree que está a los pies de la Cruz, y lo está; sin
embargo, las veces que caí estrepitosamente era Él quien estaba a mis pies para
recomponer mis pedazos. Esperando para abrazarme.
El entorno, el nido, es fundamental para el desarrollo del
individuo y el Señor me regaló el mejor. Cuando se cumplen años a quien
realmente habría que felicitar es a quien peor lo pasó en el parto: la madre.
Yo no tengo calificativos suficientes para la mía que permanece serena, fuerte,
erguida, alegre, amorosa y joven para todos nosotros; el ejemplo de una vida regalada
a los demás. La máxima expresión de señorío, dignidad y entrega. La primera
imagen de Dios a mi lado: la ternura de mi madre. Mis hermanos (no sería quien soy sin ellos), mis
cuñados, mis sobrinos. La presencia de mi abuela Emilia hasta los 18 años; transmisión
generacional de ubicación y pertenencia. Y mi padre que nos contempla a todos
desde el cielo. #Familia
Ese entorno se completa con los amigos que, en mi caso, son
una extensión de mi familia. Tengo la fortuna de conservar los de mi infancia,
más aquellos que fueron cayendo a mi lado como un regalo de lo Alto a lo largo
de loa años. Vida entretejida. Ahí han estado, a mi lado, a nuestro lado, como Ángeles de la
Guarda. ¡Qué importantes son siempre los amigos! Sin nombres; son ellos.
#Familia
Uno va creciendo, tropezando, levantándose. Aparecen
cicatrices. Y se curan. Y a cada paso, tras cada caída, ese Cristo real se va
intuyendo; un buen día se hace presente y lo inunda todo. Y se toman decisiones
que transcienden porque vienen de Arriba. MLSR. El innombrable. San Alfonso.
PS. Comunidad. Redentoristas religiosos y laicos. #Familia
Andando, creciendo, escribiendo, se abren puertas. Me veo
iniciando este blog y, tiempo después, Calasanz de por medio y mediando Alfonso
aparece iMisión. Hermanos. Comunión. #Familia
#Familia. Siempre la Familia, siempre en Familia. 15 de
agosto de 2002. El buen Dios me hizo el mayor de los regalos: María, mi mujer.
Un golpe de pelo, una mirada y todo estaba dicho, todo estaba claro. La
cuadratura del círculo de dos historias que confluyen para crear la propia, en
común. El Amor individual pensado desde el inicio de los tiempos, formado por
las manos del Creador, dos nombres escritos en las palmas de Sus manos.
#Matrimonio Iniciando un Camino común; un Camino de santidad. Apoyo, Roca
firme. Y el Señor que confía en nosotros y nos concede el don de los dones: dos
criaturas que nos esperan en el Cielo y Toya y Paula. Ternura, responsabilidad,
entrega, donación. Amor. La mayor alegría, la mayor esperanza, la mayor responsabilidad.
Los hijos son un regalo. Ojos que descubren la Vida y te regalan inocencia y su
absoluta confianza. La placidez de ese Amor que te roba el sueño. Barro entre
las manos. Amar, formar, enseñarles a descubrir, a descubrirse y ser ellas
mismas. Ellas dan sus propios pasos y crean sus propias huellas.
50 años. ¿Qué pesa? Aquí no hay dudas: el mal hecho y el bien
dejado de hacer. 50 años desquiciando a mi pobre Ángel de la Guarda.
50 añazos, pero ¿qué queréis que os diga? Me encuentro como un
chaval. No son más que un pellizco de tiempo; un pellizco en el tiempo. Mi
tiempo. Gracias a la Virgen María por ser mi Perpetuo Socorro. Gracias mi Dios por la Vida, por mi vida. Hasta que quieras. Aquí me
encontrarás, intentando ser luciérnaga, scalando en Familia.
Hoy acabo como lo hacemos cada noche al acostar a las niñas:
In hora mortis mea voca me
et pone me iuxta Te
ut cum
sanctis tuis laudem Te
in saecula saeculorum. Amen.
Muchas felicidades . Muchas gracias por tus comentarios que tantas veces me inspiran y me dan luz.
ResponderEliminarY que cumplas muchos más....