Yo no sé cómo resultará, no tengo ni idea. Pero conozco la
ilusión del grupo de personas que lleva ya semanas trabajando. Conozco su fe,
su esfuerzo, sus risas y su entrega. Sé que le roban horas a los días y
multiplican sus manos. No son un grupo cualquiera; son una Familia trabajando
junta y con un propósito común, la solidaridad que anuncia el Evangelio, la
solidaridad que se hace Camino de Esperanza para los más desfavorecidos.
Una comunidad especial, un grupo de pequeñas luciérnagas que
se afanan por reflejar Su Luz a toda potencia, habituada a ir por la Vida como
conjunto y de manera individual generando Vida, scalando en Familia. En la
parroquia santuario del Perpetuo Socorro de Madrid huele a música, a alegría y
a entrega; a fe, esperanza y caridad. Libreto, música, bambalinas, atrezzo…
todo es oración. El próximo viernes 27 de noviembre, a las nueve y media de la
noche, tendrá lugar el ya tradicional Concierto Solidario a beneficio de Asociación para la Solidaridad, ONGd que
es cauce de toda la Provincia Redentorista española para la colaboración con el
desarrollo de los Países del Sur.
La fe y el ejercicio de la fe que es la propia Vida no es
algo triste, todo lo contrario. La fe y el ejercicio de la fe que es la propia
Vida no es algo trasnochado. La Vida, cuando es vivida impulsada por la fe, es
una explosión de alegría. No, no somos ingenuos; la vida es también dura.
Altibajos, caídas, privaciones, sinsabores, incomprensiones, soledades… todo
iluminado por la Redención, por la Misericordia del Señor que refuerza y da
Esperanza al Camino. Es el Señor, es el hermano, es la comunidad quienes nos
sostienen. Es en el hermano y en la Comunidad donde encontramos a Cristo, ergo
nuestras manos, nuestra mirada, nuestro tiempo han de ser la manos, la mirada y
el tiempo de Cristo para otros.
Admiro a esa gente. Admiro su fe, su entrega, su misión. Gracias
a ellos muchos vivimos la alegría y gracias a lo que recauden los pobres de los
pobres podrán aliviar un poco privaciones, sinsabores… Todos podemos contribuir
a ello. Un pequeño esfuerzo que, sumado al de otros, hacen que año tras año la
recaudación aumente y se pueda servir cada vez a más personas. Admiro a Dori, a
Javi, a Tito, a Ana, a Manuela, a Eva, a Gonzalo, a María, a Enrique… a todos ellos.
Vencen miedos, timideces; dejan atrás complejos absurdos. Y este año, además,
homenajearán a la Perpe, en la conmemoración del 150 aniversario del encargo
del Papa Pío IX a los Redentoristas: “dadla a conocer por todo el mundo”… y
desde hace 150 años la Congregación propaga la devoción al Icono de Nuestra
Señora del Perpetuo Socorro de manera incansable. Ahora, este grupo de laicos
de una concreta parroquia redentorista, robándoles horas al tiempo, ponen su
grano de arena.
Os animo a que el próximo viernes 27, a la 21:30 horas os
acerquéis a pasar un buen rato y contribuyáis económicamente con lo que podáis.
Algún hermano a quien no conocéis os lo agradecerá. ¿Dónde? En la calle Manuel
Silvela 14 de Madrid, en Chamberí. ¡Os esperamos!
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