"Audite. Ecce exit seminans
ad seminandum…
Bueno: Útil y a
propósito para algo
Pastor: Persona que
tiene la prelatura o cualquier otra dignidad eclesiástica cristiana con fieles
a su cargo y cuidado. En la Iglesia católica sólo se emplea la forma masculina.
Buen
Pastor: Cristo, porque se dio a sí
mismo ese dictado. Ego sum pastor bonus.
Fiel: (1) Que
guarda fe, o es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus
obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él. (2) Cristiano que
acata las norma de la Iglesia.
Iglesia: Congregación
de los fieles cristianos por medio del bautismo.
Iglesia
católica: Congregación de los fieles cristianos regida por el Papa como
vicario de Cristo en la Tierra.
Religioso: (1)
Perteneciente o relativo a la religión o a quienes la profesan. (2) Que tiene
religión, y particularmente que la profesa con celo. (3) Que ha profesado en
una orden o congregación religiosa. (4) Fiel y exacto en el cumplimiento del
deber.
Redentorista: (1) Se dice
del individuo de la congregación fundada por San Alfonso María de Ligorio. (2)
Perteneciente o relativo a dicha congregación.
Sacerdote: En la Iglesia
católica, hombre ordenado para celebrar el sacrificio de la misa y realizar
otras tareas propias del ministerio pastoral.
Cura: Sacerdote
católico.
Católico: (1)
Universal. (2) Verdadero, cierto, infalible, de fe divina.
Sembrador: Que siembra.
Sembrar: (1) Arrojar y
esparcir las semillas en la tierra preparada para este fin. (2) Dar motivo,
causa o principio a algo. (3) Hacer algo de que se ha de seguir fruto.
Semilla: Cosa que es
causa u origen de que proceden otras.
Fruto: Producto o
resultado obtenido.
Hermano: Persona que
con respecto a otra tiene el mismo padre que ella en sentido moral; p. ej., un
religioso respecto de otros de su misma orden, o un cristiano respecto de los
demás fieles de Jesucristo.
Padre: (1) Usado
para referirse a ciertos religiosos y a los sacerdotes. (2) Origen, principio.
Hijo: Persona con
respecto al confesor que tiene elegido por director de su conciencia.
Conciencia: (1)
Conocimiento interior del bien y del mal. (2) Conocimiento reflexivo de las
cosas.
Mensajero: Que lleva un
mensaje, recado, despacho o noticia a alguien.
Noticia: (1) Noción,
conocimiento. (2) Divulgación de una doctrina…
… y qué mejor noticia que el Evangelio, la
auténtica Buena Noticia de Jesucristo, la sobreabundante Redención que del género
humano hizo con su Pasión, Muerte y Resurrección.
Hoy hemos
despedido en mi parroquia al P Jorge Ambel Galán CSsR, un compendio ejemplar de todo lo anterior, que no
son sino algunas definiciones que nos ofrece el diccionario de la lengua
española de la Real Academia, que alguna autoridad al respecto aún conserva.
Lo mezclamos todo
y da como resultado un nombre que no escribiré, y que en virtud a la
itinerancia ha partido ya, con Cristo en el corazón, a seguir anunciando Su
Evangelio en otros lugares y a otras gentes: un misionero y sacerdote
redentorista.
Sí, EVANGELIZAR: Predicar la fe de Jesucristo o las
virtudes cristianas. También de la RAE. Y bastaría, quizás,
para definir lo que éste hombre ha estado haciendo por y entre nosotros. Pero
encuentro frías las palabras; no alcanzan a abrazar y mostrar su labor. Ahora
bien, ampliemos la eficaz práctica de dicho verbo con estas otras frases: “ofrecer un
testimonio cercano de vida creyente”, “provocar
preguntas”, “dar a conocer el verdadero rostro de Dios”, “respetar la libertad”, “presentar la fe como camino de salvación”,
“ayudar a dialogar”, “proponer la fe
de la Iglesia”, “acompañar en la
búsqueda”. Los entrecomillados, que tomo prestados de otro
redentorista cuyo nombre también hoy guardo, centran mucho más la realidad de
su paso por PS
Siempre alegre y
con una fe inquebrantable, contagiosa; con pasión y una entrega incansable pero
permaneciendo de manera natural en un cierto segundo plano, como un simple
mensajero: mostrando con claridad que sólo Cristo es el camino.
Además de las
definiciones de la RAE con las que comienzo este post, hay un adjetivo que va
intrínsecamente unido a él: brillante. Sí, pero no un brillo
de focos, farolillos o autobombo, no un brillo efímero que busque el aplauso o
la admiración. Se trata más bien de un brillo inevitable para él e
independiente de sí mismo. Ese brillo que proviene de “una luz mansa, una luz tranquila, una luz de paz, como la luz en la
noche de Navidad: sin pretensiones”, “una luz que se ofrece y que da paz, no
hace espectáculo, es una luz que va al corazón”. Éstos últimos
entrecomillados en cursiva son de un jesuita de quien sí daré el nombre: el
Papa Francisco, palabras de su homilía en Casa Santa Marta el pasado 3 de
septiembre, referidas a la Luz de Jesús.
Por una de las
magistrales homilías de quien hablo, la primera que le escuché hace ya algunos
años, una cualquiera de una Eucaristía de diario, estoy aquí escribiendo, vivo
mi fe en la Familia Redentorista, voy scalando en Familia. Permaneceremos unidos a él en la oración, contentos por todos
aquellos que conocerán la Buena Noticia, la sobreabundante Redención, de su
boca y con su vida; dando gracias a Dios por su vida. Siempre dando gracias a
Dios. Y a él mismo.
Eclesiatés 3, 1:
“Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo”. Pues ahora toca,
entre otras cosas, la cosecha de su siembra. Y dar gracias a Dios por este
llamado y elegido, y a San Alfonso; y a él por su FIAT.
Con la mirada en
el Sagrario, bajo la protección del Perpetuo Socorro de María, es tiempo de rezar por él, es tiempo de rezar por los sembradores que
quedan en casa, en PS; por, con y entre ellos. Y para todos. Y orar por las
vocaciones redentoristas, las forjadas estos años y las que vendrán. Ahora es
tiempo de continuar, alegres, viviendo nuestra fe en la Iglesia, en la comunidad
parroquial, en nuestra vida común y diaria, acompañados por la comunidad
religiosa formada por esos grandes hombres de fe robusta que son los Redentoristas.
Poniendo fe, ilusión, corazón, manos, tiempo, los dones que pueda haber, al
servicio de la misma causa. Copiosa Apud Eum Redemptio, porque en Él está la
Redención copiosa.
Mirando al futuro,
con María y en pos de Cristo, la siembra continúa. Continuamos scalando en
Familia.
… et alia ceciderunt in terram bonam et dabant fructum".
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