Menudo Dream Team: los Padres Nicanor Brasa, Pedro López, Jorge
Ambel, Juan Antonio G Terrón, y el diácono Damián Mª Montes. Ahí es nada. Ya,
ya sé que por un motivo o por otro puedo resultar poco objetivo con cualquiera
de ellos, pero la realidad es que cualquiera de esos motivos son los que hacen
de la objetividad el entusiasmo más contundente. Y esos cinco Misioneros
Redentoristas eran quienes estaban hoy en el presbiterio durante la Eucaristía
de Envío en el Santuario del Perpetuo Socorro de Madrid, en la que acolitó
Javier Grijota (un brillantísimo estudiante de Ciencias Físicas que sobresale
por muchísimo más que sus matrículas).
No voy a hablar de cada uno de ellos, porque podría pasarme
horas tecleando y tampoco se trata de eso. Que yo les quiera carece de mérito
por mi parte. Simplemente diré que para hablar de ellos cinco, no tendría más
que escribir unas cuantas cosas sobre San Alfonso Mª de Ligorio y bastaría; o
escribir sobre cualquiera de ellos sería como hacerlo sobre el Santo Fundador.
Ambas cosas vienen a ser lo mismo. La Congregación del Santísimo Redentor,
formada por “una élite de santos
decididos, como los apóstoles, a dar sus vidas para predicar el reino de Dios y
salvar las almas” (San Alfonso). Pues eso, que ahí estaban cinco de
esos santos. Podían haber estado otros cinco, y el Dream Team sería igual. Con
las peculiaridades y dones inherentes a la individualidad de cada persona, pero
sería igual.
La homilía del párroco, el P Nicanor, con su característica
cadencia, simplemente envolvente. Las preces, basadas cada una en el Credo, de
una sensibilidad, profundidad y capacidad de “arrastrar” fuera de lo común;
brillantes.
Pero este año quero resaltar la presencia de los fieles, del
pueblo de Dios enviado a la misión bajo la acción del Espíritu. Últimamente he
venido leyendo, releyendo y reflexionando sobre el Decreto APOSTOLICAM
ACTUOSITATEM firmado en Roma por S.S. Pablo VI el 18 de noviembre 1965 como fruto del Concilio Vaticano II y que
se refiere ni más ni menos que al apostolado de los laicos, una visión novedosa para laicos y clero (http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651118_apostolicam-actuositatem_sp.html).
Su lectura estos días me ha resultado de lo más oportuna para poder comprender
en profundidad que también hoy –quizás más que nunca o, al menos tanto como
entonces- los laicos somos exhortados a responder “con gozo, con generosidad y con corazón dispuesto a la voz de Cristo”.
Precisamente a eso es a lo que estaban hoy
dispuestos los representantes y miembros de cada uno de los
grupos de esta Parroquia Redentorista, fieles de todas las edades, toda la comunidad parroquial.
Justo antes de que el P Nicanor iniciara las preguntas
correspondientes a la celebración del envío, me agache para decirles a mis
hijas: “escuchad bien, porque esto va dirigido también a vosotras”.
Y yo este año tengo motivos personales para que tanto las
preguntas como las respuestas tuvieran un color y un sabor especiales. Ahí
estábamos todos los fieles respondiendo una por una con una sola voz. Respuestas individuales pero procunciadas en comunidad y para el servicio de la comunidad.
Por resumir cómo me he sentido en la celebración, cómo me
siento, creo que lo que mejor lo expresa es esto: “Sí, creo; sí, estoy dispuesto;
sí, quiero; sí, me comprometo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario