25 de agosto, festividad de San José de Calasanz. En unos
días en los se habla de la discriminación o no de la educación diferenciada por
sexos, yo, que soy muy básico, simplemente pienso que hay zotes salidos de
ambos tipos de aulas, que hay gente cargada de prejuicios tanto exalumnos de
colegios mixtos como de colegios con “educación diferenciada”. Estudié en los
Escolapios de Santander, en el Colegio San José de la Calle Canalejas; en mi
época solamente éramos chicos. Mi sobrino y ahijado lo hizo en el mismo Centro,
y ya era mixto. No veo diferencia entre él y yo salvo la lógica de la edad y de
los tiempos. Quizás sea por esa imagen que había en cada aula junto a la Cruz;
no por la imagen en sí misma, obviamente, que no es otra que la de Calasanz, sino
por lo que significa “Piedad y letras”, por lo que desde hace siglos vienen
imprimiendo en niños y jóvenes tantos hijos entregados del Santo de Peralta de
la Sal. No se trata solamente de datos, números, conocimientos. Forman en la fe, preparan para la vida en cada época y abren los corazones al encuentro.
Días atrás, en una conversación, escuché decir cómo nos marca
la vida. No estoy de acuerdo con esa afirmación. La vida sencillamente la
vivimos y cómo lo hagamos depende de esa formación inicial y nuestro libre
albedrío, sean cuales sean las circunstancias. De nosotros depende scalar o no
por la Vida. Marcan acontecimientos, encuentros, personas y nosotros podemos
hacerlo en los demás.
Hace unos pocos años, navegando por internet, me encontré con
una página, escribí un comentario a una entrada que me llamó la atención y
resulta que me contestó “un amigo de toda la vida aunque aún no lo sabíamos”.
Cualquiera que lea estas páginas ya sabrá que me refiero al P. José Fernando
Juan Santos SchP., (hoy agradezco especialmente al Señor por este regalo y le
felicito por el día de Calasanz, como a los Casanova Morales, llegados a
nuestra vida también por internet). Seguro que, si no lo hacen ya, sus alumnos
agradecerán el tiempo pasado junto a él; algo así como una imagen viva de su
propio Fundador. Y es que los santos tienen la facultad extraordinaria de,
estando en el cielo, traernos el cielo a la tierra en cada uno de sus hijos,
les vemos en ellos, les sentimos en ellos, pero ni por ellos ni para ellos; por
Él y para Él.
Las nuevas tecnologías me acercaron a esos Escolapios, y me
mantienen a diario cercano a hermanos a quienes, con la ayuda de Dios, algún
día abrazaré, ¿Verdad, Bryan? Porque no es la vida la que nos marca. Nos vamos
preparando quizás para dejarnos marcar por ciertos acontecimientos, y si es un
acontecimiento especial el que lo hace, si se produce un “encuentro afectante”,
éste necesariamente nos conmueve y mueve a salir de nosotros mismos. Puede que
sea por eso mismo por lo que, de una manera natural, el agua de las redes
sociales transcurre por un cauce común para muchos.
Encuentro que enamora y empuja. Y a uno ya le va apeteciendo
que comience el curso, y una conversación para septiembre pendiente desde hace
un año.
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