Scala News

lunes, 9 de julio de 2012

Me quedo feliz


La casa vacía; ventanas abiertas de par en par que dejan correr una agradable brisa; frente a mí, el icono de Santa María del Perpetuo Socorro que me regaló el P Pedro Guembe CSsR. Y el silencio. Mis tres niñas, María, Toya y Paula, acaban de partir hacia Cabezón de la Sal. Sólo escucho algunos pájaros que me traen a la memoria el bellísimo “Viaje definitivo” de Juan Ramón Jiménez……. “Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando”. Tan bello como triste y carente de esperanza, y por lo tanto de fe.

No es el caso, en absoluto. Yo no…. “estaré sólo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido…” por mucho que el silencio sólo sea roto por los pájaros cantando (cómo agradezco el hábito Escolapio y la costumbre familiar de memorizar y recitar poesía).

Se han ido felices; María más feliz que nunca. Enamorada de la Cruz que lleva colgando, consciente de un proyecto común que en manos de Dios se irá concretando y afianzando, en Familia. Porque Dios totaliza, aúna, da sentido y plenifica; por eso exige, o hace nacer la autoexigencia. Se han marchado tres niñas enamoradas de la Vida, que es la manera más explícita de estar enamorado de Dios. No llevan al Señor en la maleta; María parte bajo Su mirada y de su mano las dos niñas; eso es todo.

Y yo me quedo feliz. Permanecer en Madrid supone que tengo trabajo, y eso hoy en día es un logro. Me quedo feliz porque mi mujer decidió coger el piolet, y eso supone una Scalada común. Me quedo feliz porque tengo dos hijas que van creciendo alegres, sanas, felices, sabedoras a su manera de que caminan tomadas de Su mano, scalando a su manera. Me quedo feliz porque a golpe de fe, a golpe de piolet, acompañados, y levantándonos firmes vamos consiguiendo que Tobías 8, 5-10 sea una realidad en nuestra vida.

Aprovecharé el silencio para escuchar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario