Ha sido una jornada estupenda, completada con la Oración de
los Jueves en PS donde he podido agradecer íntimamente ante el Santísimo un día
perfecto profesionalmente hablando. Salgo acompañado por una mujer
extraordinaria, de un humor extraordinario, una inteligencia extraordinaria,
una entrega extraordinaria y con un hijo extraordinario (a su hija no la
conozco). Se llama Barbara-Jane Thomas (sé que el rapapolvos por poner su
nombre tal cual también será extraordinario, qué le voy a hacer); sí, se ve que
no le tengo nada de aprecio, pero es que es cierto, ella es así.
Todo iba sobre ruedas, porque además llegué a tiempo de ver
los dos últimos goles de España. Pero no todo podía ser de color de rosa. Acaba
el partido, conecto el ordenador, me meto en Facebook y me encuentro con un
mensaje que me ha dejado perplejo. Lo cuelga en su perfil alguien querido,
pero en este caso eso no es ni siquiera anecdótico; quien lo escribe, lo hace
para comunicarnos que Facebook ha bloqueado su blog y eliminado todos los
enlaces al mismo. No hablo de un blog cualquiera; es un blog con una ingente
cantidad de visitas diarias (la cifra es casi hasta ordinaria, la verdad), y no
es precisamente porno, ni morboso, ni ofensivo. Simplemente es un blog que se
llama http://vocacion.wordpress.com/.
Quizás sea el título lo que resulte escandaloso: Vocación. Pero hombre ¿a quién se
le ocurre? Y encima con tal número de visitantes pues claro, el peligro es
exponencial. Uno lee cualquier entrada y resulta que está admirablemente bien
escrito; se ve que el autor es mucho más que culto. Profundizando en la
lectura, además se puede descubrir que es brillante e inteligente (y que no se
me ande con falsas modestias cuando los dones son evidentes). El peligro salta
a la vista; un virus que traspasa la pantalla del ordenador e infecta el alma
con una ponzoña tan perniciosa como la fe. Firme, segura y RAZONADA. Vamos,
todo un escándalo. Lógico que haya que acabar con semejante arma de destrucción.
¿Quién será este abuelete, amante y profundo conocedor de la
filosofía, al que le da por hacer pensar a la gente, por cuestionar, por poner
las neuronas de personas del vulgo en funcionamiento? Pues un religioso y sacerdote…. Acabáramos,
UN CURA. Buffff, las peores previsiones parece que se van cumpliendo; esto hay
que eliminarlo de raíz.
¿Cómo se llamará este hombrecillo que seguro que debe de ir
arrastrando los pies por el paso de sus
años, con la cabeza entre los hombros por el peso del conocimiento?
Pues señores, este individuo se llama José Fernando Juan
Santos, es sacerdote Escolapio, profesor, tiene treinta y dos años (sí, 32) y
yo soy amigo suyo. Pero no por eso seguiré recomendando sus blogs, retuiteando
sus entradas, compartiendo sus artículos. Lo haré porque hacen pensar, elevan
el conocimiento y el espíritu, hablan de fe, de la Vida, y sí, también de la
vocación. Alientan a jóvenes, maduros y ancianos. Cuestiona. Irrumpe en la
mente y en el alma de cada lector con una pluma brillante e inteligente. Con
FE, desde la FE. Sin meterse con nadie, más bien al contrario, comprendiendo y
acogiendo.
Es un joven con cuya vida demuestra tener una voluntad
férrea, una fe firme y una actividad frenética, incansable. Y todo ello desde
un punto de vista universal.
Conozco más curas jóvenes como José Fernando: incansables,
entregados, inteligentes, desprendidos, alegres, felices y con una preparación
fuera de lo común. Pero en esta ocasión es contra él contra quien ha ido
alguien, y es a él a quien manifiesto mi apoyo, identificación y cercanía. Y si
me quieren borrar mi perfil, pues que lo hagan. No me puedo callar, como
alzaría la voz y pondría la mejilla por todos esos religiosos, sacerdotes,
diáconos y estudiantes que considero como mi Familia.
Aquí estoy. Sin indignación; con pena. Pena porque vivimos en
un mundo de denuncias anónimas, donde “perseguir” –soi disant- vuelve a ser una
norma bien vista como en la Roma circense. Pues “perseguir” a un hermano es
perseguirme a mí. Amordazar –o tratar de hacerlo- a quien con el único arma de
la palabra, sin ofensas y con una generosidad desconocida por muchos va
desgranando y mostrando la Palabra a cada paso, es como tratar de amordazarme a
mí, aunque yo no sea digno de desatar la sandalia de ninguno de ellos.
Repito que no quiero –hoy menos que nunca- parecer indignado,
porque no lo estoy. Apenado sí, indignado no. Callado tampoco.
Bloquear http://vocacion.wordpress.com/
me parece una necedad y una maldad; no más.
Y como “la verdad os hará libres”, desde aquí animo a todos a
seguir leyendo o empezar a leer los blogs de un hombre bueno.
Enriiiiiiiiqueeeeeeee!...Bronca es poco para lo que te espera...
ResponderEliminarNo, si ya sabía yo......
EliminarEstoy de acuerdo contigo y lo comparto en mi muro de fb.
ResponderEliminarSi lo han bloqueado nos tendrán que bloquear a muchos mas.
Un saludo.
Mónica
¡¡Muchas gracias Mónica por compartirlo!!
EliminarEstoy de acuerdo con usted Sr.Manoti !!
ResponderEliminarNo entiendo este tipo de censura.
Saludos.
Pepe Varón
¡¡¡Pepitoooooo!!! Esto sí que es toda una sorpresa. Muchas gracias por el comentario. Me hace ilusión que leas esto... y lo de "Manoti" contribuye a que mi día sea aún más feliz.
EliminarLas censuras son siempre una condena previa y dicen mucho de quien las realiza.
Un abrazo grande Pepe
Creo que tendrá difícil solución. Lo bueno, nos abre los ojos. Me caí una vez más del caballo de la ingenuidad. Lo mejor, abre la puerta a una decisión renovada por seguir cultivando las posibilidades de la red, que son muchas, y seguir evangelizando en ellas. No hay derrota. Al menos en mi caso. El blog sólo es instrumento débil y frágil. Nada más que instrumento. Algunos días, ni yo me entiendo. jejeje Un abrazo fraterno.
ResponderEliminarEso es lo bueno, que sigues caminando y por ello tantos creciendo contigo.
Eliminar¡Gracias