Ya he contado muchas veces que, a mi, comenzar el día con
Laudes me hace ponerme al servicio de Dios y en contacto con toda la Iglesia
que en ese momento esté haciendo lo mismo. La sensación es idéntica cuando rezo el
rosario; sé que no lo hago sólo, sino acompañado y acompañando a todos los que
lo estén haciendo en cualquier punto del globo. Hoy además, me he propuesto
ofrecer el día por unos peregrinos por Tierra Santa; lo bueno y lo malo que me
vaya deparando el día será una ofrenda para ellos. Para que su viaje no se
quede en una anécdota turística, sino que aprovechen la suerte que tienen de
recorrer los Santos Lugares y se dejen llenar del Señor; que el cansancio no
les tumbe, que sea su Amor el único que lo haga. Sé positivamente que mi nimio
granito no es ni siquiera necesario, porque la gente de fe con la fe camina, y
los frutos de su viaje serán abundantes.
Casi hasta pienso que soy un egoísta, porque en el corazón de
alguno de ellos va gente querida para mí, y puede que incluso mi familia y yo,
aunque eso es lo de menos. Cierro los ojos para trasladarme allí, y veo que
entre el grupo de peregrinos está también alguno de los que aquí quedaron y lo
veo con satisfacción porque es como si sus vidas y su futuro fueran de la mano
de Jesús por las mismas calles por las que Él anduvo, por las que predicó; recorrerán
los mismos sitios donde otros dijeron Sí y le siguieron, y lo harán en el
músculo elástico de otro que le dijo un día Sí, y ahí va paso a paso en pos del
Redentor y acercándonoslo a muchos a base de esfuerzo, fe, tesón, sinsabores y
amor; sé que compartirán su Pasión, que les llevarán a los pies de la Cruz para
que se dejen regar con el Agua de su costado abierto. Y sobre todo, entrarán también en
el lugar donde resucitó. Eso es lo importante, lo único y verdaderamente
importante, la Resurrección, la Redención Copiosa para todos.
Así que, mi Dios, mi día de hoy por esas personas, para que
sepan verte, para que se llenen de Ti.
Hola Enrique:
ResponderEliminarAcabamos de leer en común tu blog y, en nombre de todos los que estamos aquí te doy las gracias por tu ofrenda y tu recuerdo.
Ten por seguro que te tenemos presente, a ti y a tu familia. Especialmente yo, que os llevo siempre en el corazón.
Estamos viviendo unos días increíbles acompañados por el Señor, al que estamos acompañando por sus caminos.
Gracias por recordarnos y compartir nuestra peregrinación, que es también la tuya.
Un abrazo inmenso.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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