Scala News

viernes, 18 de noviembre de 2011

Youtopía

Esta tarde he tenido la oportunidad de visitar el negocio de una persona extraordinaria y singular; y aconsejo a todos que saquen un hueco para hacer lo mismo, porque les merecerá la pena. Su negocio es Youtopía, una Almoneda dedicada a las artes decorativas, mobiliario y todo tipo de actividades culturales. Iraida Domecq es extraordinaria y singular por varios motivos: ser una trabajadora inagotable, con un tesón fuera de lo común, una inteligencia privilegiada y una imaginación desbordante. A ello se une un fondo inacabable, es decir, que además es una buena, una buenísima persona. Y lo cierto es que ese pequeño manojo de cualidades es muy difícil de encontrar juntos y bien distribuidos a la vez.
Si a eso le unimos que en su local reúne unas piezas tan extraordinarias y singulares como ella, resulta natural que estuviera abarrotado de gente. Con la que está cayendo yo simplemente me acerqué para hacerle un rato de compañía. Pero me encontré con la sorpresa de que no cabía un alfiler. A pesar de todo, nos dedicamos un rato de conversación; y hablar con Iraida ayuda a abandonar por un tiempo la mediocridad imperante. Me presentó a alguna otra persona bastante más que interesante, una escritora de la que en apenas veinte minutos aprendí como si estuviera en una clase magistral. Desde literatura, política, religión….. en fin, una delicia.
Estos días, del 17 al 19 de noviembre, reúne en su local a catorce tiendas, organizando lo que desde hace ya varios años se conoce como el “Mercadillo del Garage”, en la calle Galileo casi con Luchana, en pleno barrio de Chamberí. Y a pesar del bullicio, poner el pie en el garaje es empezar a impregnarte de cultura, arte y buen gusto. De allí, además de poder salir con un regalo para uno mismo o para otros, se sale enriquecido. Yo me fui encantado de su éxito, y con el convencimiento de que éste es de los emprendedores con valor e imaginativos como Iraida. Mientras queden personas así, tendremos la esperanza de salir adelante. Pequeños empresarios que con su tesón y esfuerzo contribuyen a generar empleo –aunque sea de uno en uno- y a sacar a un país adelante.
Y ya que en nuestra charla se interesó por mis queridos Redentoristas, de regreso a casa pasé por Manuel Silvela y entré en el Santuario del Perpetuo Socorro con dos intenciones: pedir que no le falten las fuerzas ni las ideas para que durante muchos años más podamos continuar disfrutando de lo que es un espacio único en Madrid, y dar gracias por los frutos de sus talentos que contribuyen al empuje de otros.
¡Enhorabuena Iraida!

No hay comentarios:

Publicar un comentario