Todas las mañanas conduzco hacia la oficina escuchando Kiss FM; una cadena amable que además de proporcionar buena música nos permite que no nos hierva la sangre en el atasco con las noticias que, tal y como está la cosa, no suelen ser alentadoras. Además van haciendo comentarios entretenidos sobre todo aquello que cuelga la gente en su perfil de facebook.
El comentarista esta mañana ha hablado sobre qué era lo que le movía a él para el día de hoy, qué le empujaba a llevar el día con arrojo y alegría. No sé por qué yo he recordado una biografía que leí hace tiempo en francés sobre Tolstoi, escrita por Henri Troyart, en ella había una frase de Mefistófeles en el Fausto de Goethe "crees empujar pero es a tí a quien empujan". Podría decir que la recordaba por el propio Fausto, pero a veces nos comemos las páginas de los libros sin encontrar el verdadero sentido, así que fue esta biografía la que me hizo que me quedara con ella. Y qué cierta es, cuántas veces nos pasa, o por dejarnos llevar -lo que siempre es más fácil que tomar nosotros las riendas de nuestra vida- o por inconsciencia, simplemente por falta de reflexión.
Y de ahí a darme cuenta de qué es lo que realmente me mueve a mí, de una forma voluntaria, consciente y real. Y he descubierto que no es otra cosa que el Amor, así con mayúscula. Por mi mujer, por mis hijas, por mi Familia (en un concepto amplio que incluye a mi Comunidad), por la gente a la que quiero. En definitiva, un pequeñito reflejo del Amor de Dios; al menos así trato de que sea, aunque cueste, aunque tenga que levantarme a menudo. En los buenos y en los malos momentos, que de todo hay. Eso es lo único por lo que de verdad merece la pena ser empujados, Algo más grande que nosotros mismos, que nos hace felices y nos lleva a una scalada definitiva que da sentido a nuestra vida. Con todo el gozo y el dolor de la vida. Y ese Algo superior a nosotros mismos nos empuja a vivir con la alegría y esperanza necesarias que sólo proporciona el saberte en el buen camino. El resto pueden ser aderezos de la ensalada, y pueden ser también distracciones que nos lleven a perder la perspectiva. Perder la perspectiva sobre aquello que realmente nos va a hacer ser felices, ensombreciendo el camino con placeres efímeros que pueden apartarnos de la scalada de verdad, y llevarnos a darnos un trompazo monumental.
No siempre es fácil encontrar la perspectiva que nos lleve a ser conscientes de cuál es nuestro camino en la vida, nuestro sitio; en ocasiones necesitamos ayuda para ello, y puede que en un principio no nos resulte fácil, pero nadie dijo que fuera fácil tomar las decisiones adecuadas, aunque a la larga el resultado sea infinitamente mejor del que nunca hubiéramos imaginado. Descubrir Sus planes y seguirlos es una aventura que nos sorprende cada día.
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